Al escribir estas páginas destinadas a lo más novedoso en materia de relojería nos asalta la dualidad que desde hace décadas viene definiendo el actual y exclusivo arte relojero. Hablamos de ese terreno entre el clasicismo estético y la funcionalidad de vanguardia, de formas puramente clásicas o alteradas por corrientes artísticas del siglo pasado. Siguiendo muy de cerca el catálogo de cada marca, encontramos ejemplos cuya estética, si bien respeta el original, propone elementos siempre novedosos, siempre hermosos. Es el caso de la Referencia 4910/1200A-001 de Patek Philippe dedicada a las damas y que destila una elegancia geométrica muy art déco con una esfera luminosamente atemporal.

También es el caso de los modelos Classique Tourbillon 3358 de Breguet y L.U.C 1860 Flying Tourbillon de Chopard, que lucen del bienentendido tourbillon (o eje central de sus piezas de arte) clásicos en materiales nobles. Clásicos en su aspecto histórico-técnico son los modelos Blancpain Air Command e Historiques 222 de Vacheron Constantin. Sin embargo, cada uno de estos modelos ha sido disruptor en varios sentidos. El primero por el empleo del titanio de grado 23 en un reloj de colorido y belleza completamente estratégica y segundo por revestirse con la modernidad del acero para celebrar sus 270 cumpleaños. El mismo es el nuevo Tudor Black Bay Chrono Flamingo Blue por su estético y llamativo colorido.